Que es el pH de un cosmetico

El pH en la cosmética: la clave invisible para formular productos seguros y eficaces

Antes de adentrarnos en el mundo de la cosmética y la formulación, es imprescindible comprender un concepto básico pero determinante: el pH o potencial de hidrógeno. Este valor mide el grado de acidez o alcalinidad de una sustancia y se expresa en una escala que va del 0 al 14. En dicha escala:

  • De 0 a 7 hablamos de un medio ácido.

  • 7 representa un pH neutro.

  • De 7 a 14, el pH se considera alcalino o básico.

Este concepto, aunque parece simple, tiene una enorme relevancia en la cosmética, ya que el pH determina la forma en que los ingredientes se comportan en una fórmula y cómo el producto final interactúa con la piel o el cabello.


El pH y su relación con la piel

El pH de la piel humana varía ligeramente dependiendo de diversos factores, tanto endógenos (internos) como exógenos (externos). Entre los factores internos encontramos la edad, el tipo de piel, las secreciones sebáceas y sudoríparas, mientras que entre los externos destacan la contaminación, la exposición solar, el uso de cosméticos inadecuados y el clima.

En promedio, se considera que el pH natural de la piel se sitúa en torno a 4,7, lo que indica que es ligeramente ácido. Este nivel es fundamental porque actúa como una barrera protectora frente a microorganismos dañinos y ayuda a mantener el equilibrio del microbioma cutáneo.

A menudo se habla del pH neutro = 7, pero desde el punto de vista cosmético y dermatológico, el “neutro” para la piel es aquel que respeta su acidez natural, es decir, valores cercanos a 4,5 – 5,5. Por eso, un jabón o cosmético con pH 7 puede resultar demasiado alcalino para la piel, eliminando sus aceites naturales y alterando su equilibrio protector.

Nuestra piel está preparada naturalmente para combatir las infecciones y el estrés ambiental y su capacidad para hacerlo depende del pH. La piel tiene una delgada capa protectora en su superficie, conocida como el manto ácido.

Este manto ácido se compone de sebo (ácidos grasos libres) excretados de las glándulas sebáceas de la piel, que se mezcla con ácido láctico y aminoácidos del sudor para crear el pH de la piel, que idealmente debería ser ligeramente ácido, pero con un amplio rango de pH que oscila entre 4 y 7. Se estima que el pH promedio de la superficie de la piel sana es de 4.7. La mayoría de estudios han dado valores de pH por debajo de 5 (el 95% estuvo entre 4.1 y 5.8). Esto contrasta con la suposición general de que el pH de la superficie de la piel está entre 5 y 6. Se ha demostrado que la piel con valores de pH por debajo de 5 está en mejores condiciones que la piel con valores de pH superiores a 5 en cuanto hidratación y composición de la flora bacteriana de la piel.

Cada parte del cuerpo tiene un pH diferente, en la siguiente tabla se muestran los pH de diferentes zonas del cuerpo.

PH de diferentes partes del cuerpo

 


Importancia del pH en la formulación cosmética

Al diseñar un producto cosmético, uno de los pasos más críticos es determinar su pH final. Este valor debe ser cuidadosamente ajustado porque influye en:

  1. La compatibilidad con la piel o zona de aplicación:
    El producto debe respetar el pH natural de la zona donde se aplicará. Por ejemplo, los productos “leave-on” (que permanecen sobre la piel, como cremas o sueros) suelen formularse con un pH entre 4,0 y 5,0, para evitar irritaciones o desequilibrios del microbioma.

  2. El comportamiento de los ingredientes activos:
    Muchos activos cosméticos son sensibles al pH. Un ejemplo clásico son los alfa-hidroxiácidos (AHA), que solo son eficaces a valores de pH bajos (alrededor de 3,5–4,0). Si el pH sube demasiado, su eficacia se reduce drásticamente.

  3. La conservación del producto:
    En cosmética natural, la conservación puede verse afectada si el pH no es el adecuado para los conservantes utilizados. Los ácidos orgánicos (como el ácido benzoico o el sorbato potásico) solo son eficaces dentro de un rango de pH determinado. Por eso, el control del pH es clave para evitar la proliferación de bacterias o mohos.

  4. La estabilidad física y química:
    Un cambio en el pH puede alterar el color, la textura o la viscosidad del producto. Si durante un estudio de estabilidad se detecta una variación del pH, puede ser una señal temprana de inestabilidad química o microbiológica.

 

¿Cual es el pH de los cometicos?

Tipo de Producto Cosmético Rango de pH
Exfoliantes con Alfa Hidroxiácidos 3-4
Protectores Solares 5-7
Limpiadores 4,5-7
Hidratantes 5 -7
Serums faciales (no en contorno de ojos) 4 - 6
Tónicos 5 -7
Shampoos, acondicionadores, cremas capilares, mascarillas capilares 4.5 - 5.5
Cremas o serums para ojos 6.5 - 7.5
Geles de pestañas 5 - 5.5
Cremas corporales 4.5 - 5.6
Exfoliantes corporales fisicos (azucar) 5.5 - 6.5
Exfoliantes quimicos AHA y BHA 3.2 - 4.0

 


Cómo medir el pH de un producto cosmético

Medir el pH es una tarea sencilla si se dispone de las herramientas adecuadas. Existen varios métodos, dependiendo del nivel de precisión que se necesite:

1. Tiras medidoras de pH

Son ideales para principiantes o para pruebas rápidas. Se trata de papeles indicadores que cambian de color según el pH del producto. Luego, se compara el color obtenido con una escala de referencia. Aunque no ofrecen una precisión absoluta, son prácticas y económicas.

2. Medidores de pH (peachímetros o pH meter)

Estos aparatos son más precisos y recomendados para quienes formulan de manera profesional. Funcionan mediante un electrodo de vidrio que se sumerge en el producto. El aparato debe calibrarse con soluciones tampón de pH conocido antes de cada uso.

Existen diferentes tipos de electrodos, por lo que es importante seleccionar uno compatible con la naturaleza del producto:

  • Electrodos estándar: para líquidos.

  • Electrodos planos o de punta cónica: para productos viscosos o semisólidos.

Además, las mediciones deben acompañarse de la temperatura de la muestra, ya que el pH puede variar ligeramente dependiendo del calor.


Medición según el tipo de producto

  • Líquidos (soluciones o suspensiones): se mide directamente, introduciendo la tira o el electrodo en la muestra homogénea.

  • Semisólidos o cremas: se prepara una dilución acuosa al 10% para facilitar la medición.

  • Sólidos: se disuelven previamente en agua si son solubles.

Cabe recordar que solo las sustancias acuosas o hidrosolubles tienen pH medible, ya que el pH se basa en la concentración de iones de hidrógeno (H⁺). Los productos anhidros o totalmente oleosos no tienen pH porque carecen de agua.


El caso especial de las emulsiones W/O

En cosmética, las emulsiones de fase externa oleosa (agua en aceite, W/O) presentan un reto particular. Aunque contienen agua en su composición, esta se encuentra en la fase interna, por lo que el producto final no es soluble en agua.

En estos casos, no se puede medir el pH directamente, ya que el electrodo no puede acceder al medio acuoso. La solución es ajustar el pH de la fase acuosa antes de emulsionar, de modo que el valor se mantenga estable después del mezclado.

Existen métodos más avanzados para medir el pH en este tipo de emulsiones (usando disolventes), pero los resultados suelen ser muy similares a los obtenidos al medir la fase acuosa previa.

Serum facial pantenol Bioetnik


Cómo corregir el pH de un cosmético

Una vez medido el pH, puede ocurrir que el valor no esté dentro del rango deseado. En ese caso, hay dos posibilidades:

  1. El pH es demasiado bajo (producto muy ácido):
    Se debe subir el pH añadiendo una sustancia alcalina, como el hidróxido sódico (NaOH) o el bicarbonato de sodio en solución acuosa.

  2. El pH es demasiado alto (producto muy alcalino):
    Se debe bajar el pH utilizando un ácido suave, como el ácido cítrico o el ácido láctico, también disueltos previamente en agua.

Para evitar variaciones posteriores, se pueden incorporar sistemas tampón o amortiguadores de pH, que estabilizan el valor frente a posibles cambios. Los más comunes en cosmética son:

  • Ácido cítrico / citrato de sodio.

  • Ácido láctico / lactato de sodio.

Estas soluciones se preparan con anticipación, en diferentes concentraciones (por ejemplo, al 10% o al 50%), para facilitar ajustes precisos. Cuanto más concentrada sea la solución, menor cantidad será necesaria para modificar el pH.

 

Cuidado del cabello: La importancia del pH en los productos capilares

El cuidado del cabello no se limita solo a mantenerlo limpio o bien peinado; también implica comprender cómo los productos que utilizamos afectan su salud a largo plazo. Uno de los factores más importantes —y a menudo ignorados— es el pH de los productos capilares, como champús, acondicionadores y tratamientos. Mantener un equilibrio adecuado en el pH del cabello y del cuero cabelludo es esencial para conservarlo fuerte, brillante y libre de daños.

El pH (potencial de hidrógeno) mide el nivel de acidez o alcalinidad de una sustancia en una escala del 0 al 14. El cabello humano tiene un pH natural que oscila entre 4.5 y 5.5, lo que significa que es ligeramente ácido. Este nivel ayuda a mantener la cutícula capilar (la capa externa del cabello) cerrada y protegida, evitando que la humedad se pierda y que los agentes externos lo dañen.

Cuando utilizamos un shampoo con un pH demasiado alto, es decir, muy alcalino, este puede abrir en exceso la cutícula del cabello. El resultado es un cabello áspero, sin brillo y más propenso a la rotura. Además, un pH alto puede alterar el equilibrio natural del cuero cabelludo, provocando irritación, resequedad o incluso exceso de grasa como respuesta del organismo.

Por otro lado, un acondicionador con un pH muy bajo (demasiado ácido) tampoco es recomendable, ya que puede no cumplir correctamente su función de suavizar y sellar la fibra capilar. Aunque el acondicionador debe tener un pH más bajo que el champú para ayudar a cerrar la cutícula después del lavado, un nivel demasiado ácido puede endurecer el cabello y volverlo opaco o difícil de manejar.

Por eso, los productos capilares de pH equilibrado son clave para mantener un cabello sano. Un champú con pH balanceado limpia sin agredir, mientras que un acondicionador ligeramente ácido repara y sella la superficie capilar. Además, este equilibrio ayuda a prolongar la duración del color en cabellos teñidos y evita el encrespamiento.

Un consejo práctico es elegir productos que indiquen “pH balanceado” en su etiqueta o que estén diseñados específicamente para tu tipo de cabello (seco, graso, dañado o teñido). También puedes complementar tu rutina con tratamientos hidratantes o mascarillas que ayuden a restaurar la estructura capilar y mantener su pH natural.

En resumen, el pH adecuado es uno de los secretos mejor guardados del cuidado capilar. Usar productos equilibrados no solo mejora la apariencia del cabello, sino que también lo protege desde la raíz hasta las puntas, evitando daños innecesarios y manteniéndolo fuerte, suave y lleno de vida.

 

Puedes probar nuestros shampoos con pH balanceado  de acuerdo a tu tipo de cabello.

Ve el siguiente video donde mostramos como medimos el pH de nuestros shampoos

https://youtube.com/shorts/j3cUIbrQZEU?feature=share

 


Consejos adicionales para cuidar el equilibrio del pH capilar:

  • Evita lavar tu cabello con agua demasiado caliente, ya que puede alterar su pH natural.

  • Limita el uso de tratamientos químicos agresivos, como tintes o alisados, que tienden a elevar el pH.

  • Aplica vinagre de manzana diluido ocasionalmente para restaurar el equilibrio ácido del cabello.

  • Mantén una dieta equilibrada y bebe suficiente agua; la salud capilar también depende de tu bienestar interno.

 

Cuidar el pH de tu cabello es cuidar su esencia. Un pequeño detalle que marca una gran diferencia.


Cálculo de las cantidades utilizadas

Cuando se ajusta el pH, es importante registrar la cantidad exacta de ácido o base añadida, así como su concentración. Esto permite reproducir la fórmula y mantener la consistencia en lotes futuros.

Por ejemplo, si se usa una solución de ácido cítrico al 10%, debe calcularse el aporte real de ácido puro que se incorpora al producto. Este control es esencial en laboratorios y pequeñas marcas de cosmética artesanal para garantizar calidad y seguridad.


Conclusión

El pH es uno de los pilares fundamentales en la formulación cosmética, aunque a menudo pase desapercibido para el consumidor. Determina la eficacia, seguridad, estabilidad y compatibilidad del producto con la piel. Un pequeño desequilibrio puede transformar una crema excelente en un cosmético irritante o ineficaz.

Por eso, comprender y controlar el pH no solo es un paso técnico, sino un acto de responsabilidad y calidad dentro de la cosmética.

 

Si deseas profundizar en este tema y mejorar tus habilidades como formulador o creador de cosmética natural, existen cursos especializados que te ayudarán a dominar la estabilidad, conservación y equilibrio del pH en todo tipo de productos.

pH de productos cosmeticos